El paseo por los dorados otoñales nos regala preciosas estampas.
Una faya barbuda...
La vida también se abre paso en la seronda. Son las setas que asoman entre las fueyas caídas, el musgo y el brezo. Como estas amanitas muscaria, las famosas de los gnomos, pero tóxicas, como bien informa el rojo de su sombrero.
La yesca y sus caprichosas formas.
Como caprichosas son también las de estas setas en un tocón.
O estas otras setas a modo de colmenillas. ¿Nos encontraremos de verdad a algún busgosu por aquí?
Qué bonito, Elena! Trasgu, o busgosu; seguro que sí.
ResponderEliminarBusgosu!!
EliminarQué bonito, Elena! Trasgu, o busgosu; seguro que sí.
ResponderEliminarBusgosu! Jaja
Eliminartremendo!
ResponderEliminarTremendas eran las pedazo setas!!
EliminarQué fotos tan bonitas del otoño y de las setas. Gracias!!! Un beso grande
ResponderEliminarDe nada ;-)!
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