Gran Momento Tachán

Bueno, bueno, bueno, llegó el Gran Momento Tachán, que se me estaba haciendo a mi ya largo esto (recordar que deshice para volver a empezar). Así que aquí está parida la nueva manta de grannies que en principio es para regalar (en principio porque no sé si me la apropiaré; es que cuesta un poco deshacerse de las cositas que hace uno, sobre todo cuando son grandes embarques, ¿no?).

Me gusta esta foto: si se ve en miniatura, así como un poco de lejos, parece un cuadro de Gustav Klimt, ¿no os pasa con las mantas de grannies?

No os puedo decir las dimensiones porque no la medí, pero lleva siete grannies de ancho por 12 de largo. Vamos, que a mi, que mido 1,75m., me cubre bastante bien, no del todo, pero bien. Se supone que para quien es le queda de sobra porque es más bajita que yo (ella es alero y yo alero o ala-pívot/poste bajo; hablo de basket).

La lana me dio justo: la verde para acabar la parte de grannies, por eso no hay en el borde, de la marrón me sobró una pelotilla, de la granate me quedé corta por un pelo para acabar la segunda vuelta del borde, así que cuando ya lo tenía hecho, a deshacerla para dejarlo sólo en una, y la azul... me faltaban dos conchas de éstas para concluir, así que deshice un poco y entrampié por ahí (si son grupos de cinco puntos altos, hay alguno de los del final de la vuelta que es de cuatro). Gajes del oficio, amiguines míes.

Aquí un par de detalles, u tres (vaya, acabo de ver que me quedó un hilo por cortar..., qué indiscreta esta foto):

Y aquí con sus hermanas mayores (éstas sí que son mías, no producto extraviado de ningún regalo).

Y bueno, un repaso de la creación.

Esto es ayer en la cocina, tapadina mientras remataba.

Aquí casi casi mientras despuntábamos los limoneros (sí, por estos lares se dan los limoneros, yo tengo dos, y los naranjos, y muy buena producción).