El síndrome de las manos inquietas me había atacado, pero hasta esta semana no lo terminé, y eso que este tipo de labores se hacen rápido. Me faltaban nada más que los botones, pero un día por otro se me olvidaban y ahí estaba el cojín reversible o dos-en-uno durmiendo el sueño de los justos. Ahora ya es una realidad.
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Genial amiga... así da gusto..
ResponderEliminarBess
Pues sí que tienes el síndrome si,estás últimamente muy activa tu jajaja.
ResponderEliminarBesos.
me encanta, que buena idea para un cojin, te cojo la idea, a ver si lo puedo sacar
ResponderEliminarprometo intentarlo
EliminarQué chulada!!! fíjate que yo no he hecho nunca un cojín de ganchillo, pero para compensar tengo unos que hizo mi abuela hace mil años y que una de las veces que fui a verla se los pedí.
ResponderEliminarBesos,
Laura.
En casa de mi abuela materna había cojines hechos por mi bisabuela, la de las manos de oro, pero hace tiempo que pasaron a mejor vida. A mi me encantan los cojines caseros, creo que dan un toque de distinción y personalidad, ¿no te parece? Anímate a hacer alguno, que buenas manos sí que tienes ;-).
Eliminarkuku!!
ResponderEliminarme gustan, las dos formas, los mondongitos que hay entre cuadrado y cuadrado le da otro aire!!!
besos
A que sí? Y además disimula las uniones
EliminarUn toque diferentelos botones. Muy bonito
ResponderEliminarGracias amiga!! por tu opinión y de saber que te ha gustado...
ResponderEliminarbess
Me gusta mucho el resultado
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