Las trasplanté y algunas plantas se hicieron enooormes, otras no tanto. Y finalmente corté lo que en Castilla llaman gigantea (nunca lo había oído). Las puse a secar y ahora ¡a comer pipas del loro! Otras las pelaré y las utilizaré para panes y bizcochos, que tengo más que las que salen aquí. Eso sí, menudo entretenimiento pelarlas...
Que ricas las pipas,menudos recuerdos de cuando era chica,se me quedaban los labios morados de tantas como comía jajajajajajaja .
ResponderEliminarBesos.
No hay nada como esas pipas, directamente de la flor! que aproveche!
ResponderEliminar¡¡¡Qué ricas, te lias con ellas y no le ves el fin!!!
ResponderEliminarBesazos guapa.
Mmmmm qué ricas tienen que estar en panes y bizcochos!! que aprovechen.
ResponderEliminarUn beso!
uauauahhh...que girasol, que chulo; nosotras intentamos plantarlos pero no próspero, ver lo que has conseguido, nos da alas para volverlo a intentar la próxima primavera; muchisimas gracias por compartir aquello, que haces; un abrazo grande, grande!!!
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