Historia de una falda (Reto Vaquero)

En un principio era una falda larga que yo heredé. Demasiado tipo "tubo". Así que corté por las rodillas. Pero era de lo más incómoda, con un talle muy alto (si te descuidabas tipo sobaquera) y con una de esas cremalleras sin tope que se abren solas... Así que vaciando armario decidí darle una tercera oportunidad aprovechando el Reto Vaquero organizado por Señorita Palomo junto con Ca la Coru (yo no llegué a la primera edición, aquí el recopilatorio de la segunda). ¡Muchas gracias a las dos!

El girasol de ganchillo lo hice aquí.

Para darle un poco de gracia, porque es un vaquero un poco oscuro, unas cintas de grogré en colores animados y favoritos. Y un experimento con plastidecor, que ya había visto pero en camisetas. No quedó muy bien en el tejano, pero así tuve a los peques un rato entretenidos, practicando psicomotricidad fina mientras tajaban y acababa con algunas ceras canijas y feas que ya daban para poco, así que también reciclamos. Además, como la peque-grande, destinataria de la falda, no es muy amiga salvo de pantalones, era la manera de incentivarla llevando algo hecho por ella. Iba a ser un peto, que me parecen muy graciosos, sobre todo para el verano, pero se cerró en banda, así que ahora tengo botones de vaquero y esos cierres para tirantes de sobra esperando nueva oportunidad.

La trasera al final va limpia.

Y hasta le hice tapeta en la zona de la abertura.